domingo, 9 de agosto de 2009

HISTORIAS Y RECUERDOS



Me acordaba el otro día...

Hay un poeta argentino cuya obra quedó marcada en mí, a instancias y enseñanzas del tío Tito que siempre me lo recitaba. Además de ser un excelente docente (Profesor de Educación Física) fue mi padrino de confirmación y un segundo padre para mí.

En homenaje y recuerdo a su optimismo frente a la vida y revalorando los recuerdos del tío, creo que Almafuerte -de ese poeta se trata- merece una reseña en este blog, para lo cual también transcribo los dos poemas que siempre le escuchaba a Tito para que no aflojara en los momentos difíciles.


Pedro Bonifacio Palacios (Almafuerte)
(argentino 1854 - 1917)

Pedro Bonifacio Palacios, consagrado con el seudónimo de Almafuerte, nació en la ciudad de San Justo, Provincia de Buenos Aires, el 13 de mayo de 1854.

Muerta su madre y abandonado por su padre siendo un niño, la crianza del poeta quedó a cargo de familiares.

Amante de la pintura, solicitó una beca oficial para perfeccionarse en Europa, pero le fue negada. Se dedicó a la enseñanza en la provincia de Buenos Aires, a pesar de no tener título habilitante.

A los 16 años dirigió una escuelita en el pueblo de Chacabuco (donde conoció a Sarmiento, en 1884), y más tarde en Trenque Lauquen. Su enseñanza buscaba abrir un panorama espiritual en sus alumnos, más que la mera acumulación de conocimientos.

En 1887 se radicó en la ciudad de La Plata, donde trabajó en el diario "Buenos Aires" durante tres años. Luego estuvo al frente del diario "El Pueblo". Su labor periodística fue intensa y de lucha. Para esa época, muchos diarios ya levantaban artículos y versos de Almafuerte (algunos publicados con otros seudónimos, ya que utilizó varios en su trabajo periodístico).

También fue bibliotecario y traductor en la Dirección General de Estadísiticas.

En 1894 regresó a la escuela de Trenque Lauquen, pero fue destituido en 1896 por sus poemas contrarios al gobierno. A pesar de estos inconvenientes gozaba de gran reputación gracias a sus textos publicados en los diarios.

Durante su vida adoptó cinco chicos. No aceptó ningún empleo público, ya que criticaba a quienes vivían a expensas de los impuestos de la gente, razón que le trajo contínuos problemas económicos.

En vida publicó dos libros y mucha de su obra inédita se ha perdido, no obstante lo cual fue un poeta popular. Sus composiciones, que reciben el nombre de milongas, son de un tono predicativo y "Evangélicas" (1915) fue la obra más representativa de su estilo.

En la ciudad de La Plata, donde pasó gran parte de su vida, Almafuerte falleció el 28 de febrero de 1917, a los 62 años de edad.

¡Avanti!

Si te postran diez veces, te levantas
otras diez, otras cien, otras quinientas:
no han de ser tus caídas tan violentas
ni tampoco, por ley, han de ser tantas

Con el hambre genial con que las plantas
asimilan el humus avarientas,
deglutiendo el rencor de las afrentas
se formaron los santos y las santas.

Obsecación asnal, para ser fuerte,
nada más necesita la criatura
y en cualquier infelíz se me figura
que se mellan los garfios de la suerte...

¡Todos los incurables tienen cura
cinco minutos antes de su muerte!

¡Più Avanti!

No te des por vencido, ni aún vencido,
no te sientas esclavo, ni aún esclavo;
trémulo de pavor, piénsate bravo,
y acomete feroz, ya mal herido.

Ten el tesón del clavo enmohecido
que ya viejo y ruín, vuelve a ser clavo,
no la cobarde estupidez del pavo
que amaina su plumaje al primer ruido.

Procede como Dios que nunca llora;
o como Lucifer, que nunca reza;
o como el robledal, cuya grandeza
necesita del agua y no la implora...

¡Que muerda y vocifere vengadora,
ya rodando en el polvo, tu cabeza!

http://www.youtube.com/watch?v=YWZgEo3vwDs
Con todo mi cariño y amor para un maestro de la vida como fue Ernesto Ángel Giúdici.

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