domingo, 16 de agosto de 2009

FELICITACIONES-TARDE PERO SEGURO

6 DE AGOSTO -DIA DEL ALBEITAR- VETERINARIO-

Sabían ustedes que Pedro (también su padre), Cecilia y Fernando son albéitares?

El primer libro dedicado a la veterinaria fue escrito por Renato Vegetius, en el Siglo IV, en Roma. La primera función de los veterinarios fue la de cuidar los caballos, que eran una importante arma de guerra. En este sentido, la relevancia de los primeros "colegas" creció con las invasiones bárbaras, cuando se comenzaron a usar las herraduras. Al ganado,en tanto, lo manejaban los pastores.

La palabra veterinario tiene una historia particular. Deviene de veterano, viejo, vetusto, porque así eran los animales que necesitaban cuidado. El primero en emplearla fue Columela, en el siglo I. Sin embargo, durante muchos años no fue utilizada. En España, por ejemplo, existían los "albeitares", palabra derivada del árabe, que nombraba a los herreros.

Es que eran los maestros herreros quienes se ocupaban de los caballos, en todo sentido. También se empleó el vocablo "mariscal", porque la principal función de los veterinarios era cuidar a los caballos de los ejércitos.

Fue recién en 1772 cuando un abogado francés, Claude Bourgelat, desencantado con su profesión (se dice que defendió a un asesino, quien luego de conseguir la absolución le confesó su culpabilidad), fundó una escuela para curar animales, a la que denominó "Escuela de veterinaria", recuperando la olvidada palabra. Esa institución fue creada en Lyon, y tiempo después Bourgelat abrió otra en Alfort, en las afueras de París.

Ambas son los antecedentes de las actuales facultades de veterinaria que aún hoy existen en Francia.

Hacia 1850 la albeitería fue desapareciendo en España, reemplazada por la veterinaria moderna.

El verdadero color que identifica a la veterinaria es el azul, no el violeta. Esto proviene de la Primera Guerra Mundial, cuando, así como surgió la Cruz Roja para cuidar a los heridos, también apareció la Cruz Azul, para proteger a los animales.
¿Por qué el violeta? En nuestro país fue el color que identificaba al centro de estudiantes del Instituto Superior de Agronomía y Veterinaria, que había sido fundado en 1904 y pasó a la órbita de la Universidad de Buenos Aires en 1909, ya convertido en Facultad.

El desarrollo de la veterinaria en Argentina fue tardío. Y existe una explicación. Los animales locales vivían en libertad, en las llanuras pampeanas. Como el ganado cimarrón era abundante no hacía falta cuidarlo.

En 1536, Pedro de Mendoza trajo los primeros caballos a Buenos Aires. Cuando desapareció la primera ciudad, se le ordenó a uno de los pioneros que matara a los siete caballos que quedaban vivos, luego de la tremenda hambruna que asoló el poblado. Pero no lo hizo, y entonces los caballos, libres, se reprodujeron hasta generar bagualadas enormes.
También los perros salvajes eran una gran plaga. A las primeras vacas las trajo Garay, en 1580.

El primer veterinario, en realidad albeitar, de Argentina fue Juan Cordero Margallo, en 1613, quien también ejercía la medicina humana. En 1790 llegó a Buenos Aires Gabriel Izquierdo, también con título de albeitar. Luego hubo otros que ejercían la actividad sin título. Recién en 1870, ante un brote de aftosa, la Sociedad Rural convocó a todos quienes tuvieran algún conocimiento de la medicina y cuidados de los animales. Se presentaron dos ingleses, un español y un francés, que se presentaron como veterinarios.

El Día del Veterinario, 6 de agosto, se festeja en honor a la fecha de inicio de estudios del Instituto de Agronomía y Veterinaria fundado en 1883 en Santa Catalina, en Llavallol, el primero en nuestro país. Por eso también es el día de los agrónomos.
La primera camada de egresados estuvo compuesta por tres estudiantes, recibidos cinco años después.

Acaso el salto en prestigio que dio la veterinaria en nuestro país lo produjo el francés José Lignieres. Lo contrató la Sociedad Rural, porque los egresados en veterinaria argentinos aún no tenían un conocimiento tan basto como para tratar las múltiples pestes que afectaban al ganado local.

Lignieres llegó en 1890 y rápidamente sacudió la estantería: describió que la actinobacilosis no era lo mismo que la actinomicosis. Ocho años después de su llegada ya era miembro de la Academia de Medicina.

El primer veterinario "100% argentino", el padre de la profesión en nuestro país, fue Joaquín Zabala. Entrerriano y recibido en 1893 en La Plata, comenzó a trabajar en los Mataderos del Sur (hoy Parque Patricios). Empezó a advertir sobre las muchas falencias que había en el control sanitario de la carne que se vendía en la Ciudad. Por ejemplo, la mala conservación (no se utilizaba el frío), los malos transportes (en carros) y el riesgo de un contagio de triquinosis,
porque cerca de los mataderos había muchos criaderos de cerdos, que se alimentaban con los restos invendibles y en mala calidad de las vacas.

En 1899 apareció el primer caso de triquinosis, y entonces los médicos de Buenos Aires (entre ellos los doctores Penna y Malbrán) reconocieron el trabajo de Zabala.

A lo largo de la historia hubo varios veterinarios que hicieron importantes contribuciones a la ciencia mundial, sobre todo por sus amplios conocimientos en microbiología. La profesión ganó prestigio cuando Pasteur (que era químico) creó la vacuna contra el carbunclo en los animales. Desde ese momento, los veterinarios sumaron predicamento e importancia.

Un veterinario francés, Edmund Nocard (de ahí viene "nocardia") descubrió que la psitacosis es una zoonosis, al estudiar cotorritas argentinas importadas a Europa. La conocida "ostertagia" debe su nombre a otro conocido veterinario, el Dr. Robert Von Ostertag.

A su vez, el veterinario italiano Eduardo Perroncito descubrió que el ancilostoma era el responsable de la anemia de los mineros. Otro colega, Daniel Salmon, de EE.UU, fue el descubridor de las bacterinas. De su apellido también deriva la palabra salmonella, no del salmón...

Uno de los veterinarios más trascendentes en la historia de la ciencia fue el francés Gastón Ramón, quien identificó las anatoxinas. Irónicamente, le hizo un "perjuicio" a la profesión, porque gracias a ese descubrimiento dejaron de fabricarse sueros en caballos en el Instituto Malbrán, por lo que varios veterinarios se quedaron sin trabajo.

¿Sabía que cada vez que hablamos sobre la vacuna BCG mencionamos a un veterinario? La sigla de la vacuna contra la tuberculosis quiere decir Bacilo Calmette-Guerín. Esto es conocido. Pero lo que pocos saben es que Camilo Guerín era veterinario.

Claro, poco le alcanzó para aumentar el status social o laboral de la profesión: hay fotos en la que se ve a Calmette elegantemente vestido de guardapolvo blanco, mientras que Guerin aparece de mameluco y "pegado" al microscopio...

La veterinaria de pequeños animales creció en Argentina a mediados de los 60, cuando el avance de la clase media multiplicó la cantidad de mascotas. Antes, los veterinarios atendían a todo tipo de animales, y sólo tenían perros y gatos de raza los integrantes de la aristocracia.


La primera mujer veterinaria de nuestro país fue Amalia Pesce de Fagonde, quien egresó de la UBA en 1937. Tardó diez años en recibirse, porque durante sus estudios se casó. La segunda mujer, egresada en La Plata un año después, fue Emma Mocoroa. Las primeras mujeres veterinarias solían dedicarse a la docencia, a trabajar para organismos públicos y, sobre todo, en laboratorios. De hecho, cuentan que en materias como obstetricia, por pudor, a las mujeres se las eximía de cursar y dar exámenes.....................Ilustración: Barbie veterinaria.

No hubo en Argentina ningún presidente ni ministro nacional veterinario. Acaso el colega que llegó más lejos en política sea Gildo Insfrán, actual gobernador de Formosa.

El único veterinario que ganó un premio Nobel fue el australiano Peter Doherty. Fue en 1996, por su trabajo sobre la especificidad de la respuesta inmune mediada por células (compartido con Rolf Zinkernagel). Claro, Doherty también es inmunólogo

Sabían ustedes que el noticiero de canal 11 cuando se separaron las facultades de Agronomía y Veterinaria (1972) cerraba su transmisión mostrando la procesión con una vaca llevada por Pedro y Alicia Pampurello, más una oveja etc...como protesta para que se separaran las Facultades de Agronomía y Veterinaria ya que los presupuestos para ambas facultades no eran equitativos.(70% agronomía y 30% veterinaria)? Lamentablemente se han perdido los registros en video tape del hecho.

Para más información dirigirse a los mencionados.

Para ellos un gran abrazo, apluso , medalla y beso................

CON EL CORAZON

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